Julien Escot

Las normas de bar de Julien Escot

Un bar no es el final sino el principio.

La única estatua que colocaría en Papa Doble es la de Ernest Hemingway de La Floridita en La Habana.

Ayuda a tus clientes a que se sientan especiales y como en casa y pasarán más tiempo y se gastarán más dinero en tu bar.

A la hora de abrir un bar, un bartender tiene que hacerse la siguiente pregunta: ¿quiere trabajar por el aprobado de sus colegas bartenders, o cumplir las expectativas de sus clientes?

Bartending no es competir, es hospitalidad. La fortaleza de los bartenders franceses reside en nuestro sentido de la hospitalidad y nuestra cultura culinaria.

Lo que hago mejor que nadie – analizar, cosa que no le viene nada mal a un bartender.

Soy todo menos un hombre de ciencias.

Si después de controlar el almacén de un bar sigues sin entender algo, es que necesitas pedir explicaciones.

El buen calzado es aquel que te hace sentir bien por dentro y orgulloso por fuera.

¡Los periodistas nos preguntan de todo excepto cuántas horas trabajamos al día!

Lo que más me molesta es la suciedad en la parte de atrás de algunas barras.

Un buen bartender sabe mejor que tú lo que quieres. Después de hacerte un par de preguntas sabrá cuál es la bebida apropiada para cada persona en el momento oportuno. Si no es el caso ¡vete a otro bar!

Una sonrisa implica simpatía, eso no se puede aprender delante de un espejo…

No puedo vivir sin proyectos, objetivos, ambición, pasión, y sobre todo, sin libertad.